Moluengo
Denominación: Queso madurado semigraso
Categoría: Láctica moldeada a cazo afinada con ceniza
Tipo de leche: Leche de cabra
Raza del animal: Murciano granadina
Tratamiento de la leche: Leche cruda
Coagulante: Cuajo tradicional (animal)
Tiempo de afinado: 2 a 4 semanas
Formato: 330 gr. (aprox.)
Elaborador / Afinador: La Rueda
Localización de la elaboración: Villamalea (Albacete)
Localización del afinado: Villamalea (Albacete)
Probablemente el queso más conocido y que ha ayudado a consolidar el proyecto de La Rueda. Inspirado en el tradicional St Maure de Touraine, de la región de Tours (a orillas de la Loire), esta elaboración manchega rompe los cánones del sector en la región de donde procede. Atípica por el tipo de leche pero también por el tipo de tecnología quesera. Su formato de rulo es identitario, así como la coloración negruzca grisácea de la corteza. El formato de rulo con un diámetro de unos 5cm ayuda a conseguir un afinado óptimo, pues la relación que existe entre la corteza y la pasta es óptima, facilitando un buen desarrollo enzimático y de los procesos de proteólisis y lipólisis. La ceniza que se pone en la superficie del queso tras haber desmoldado las piezas, responsable de la coloración final del queso, contribuye a potenciar el desarrollo del proceso de neutralización y de la implantación y desarrollo de la flora de superficie. La paja de plástico que tiene en el corazón y que atraviesa longitudinalmente el queso sirve como armazón para una cuajada delicada. La paja al queso es lo que la ferralla al hormigón. Hoy en Francia el uso de este elemento está restringido a las queserías artesanales que elaboran con la leche de la propia explotación (fermier). Es un elemento diferenciador que ayuda al consumidor en su elección de compra.
Aprovechando su experiencia como ganadero, José Luis Abellán decide entrar en el mundo del queso y es por ello que en 2014 ve la luz el proyecto Quesos La Rueda, en Villamalea (Albacete). Es un paraje extraordinario, cercano a las hoces del Cabriel, sobre el que la sombra del pico Moluengo se yergue para inspirar el nombre de uno de sus quesos más emblemáticos. Se nutren de la mejor leche de su ganadería, la cual controla minuciosamente el mismo. La tecnología que emplean es la coagulación láctica, y gracias a ella innovan con multitud de formatos y cortezas. Ha logrado numerosos premios en este corto espacio de tiempo, nacionales e internacionales lo que dice claramente el buen hacer de esta pequeña y coqueta quesería. Su producción es muy pequeña, la quesería apenas reúne 80 metros cuadrados donde optimizan al máximo cada rincón de ella para deleitarnos con sus joyas lácticas.